♪♫BACHE, BACHE, BACHE, BACHE, BACHE, BACHE BACHE♪♫
Parral.- Mecánicos y propietarios de refaccionarias celebran con júbilo la presencia de un tremendo bache sobre la calle Carlos Fuero en su conexión con calle libertad, ya que el asesino de suspensiones es de generoso tamaño y profundidad.
En tanto, la oquedad parece ser invisible para las cuadrillas de bacheo mientras los conductores solo advierten su presencia cuando ya los neumáticos sufrieron la cachetada asfáltica correspondiente.
Y es que en la actualidad reparar una suspensión de auto no resulta barato como la carne de gato, por eso es importante que el departamento correspondiente se avoque de inmediato a hacer lo propio.
Entonces, con gran alegría podremos decirles “qué bonito niño que bonito niño, que si hace cacho, que si hace cacho”.