“Yo soy de la selva”: El aterrador testimonio de una aparición en el Tapón del Darién

Según un testimonio, en ese lugar se aparecía una joven que advertía a los migrantes para que no continuaran por ese camino. Sin embargo, algunos de ellos la golpearon y la dejaron atrás. Más tarde, al llegar a su destino, quedaron atónitos al verla sentada allí. La joven les dijo: “Ustedes no me conocen. Yo soy de la selva. No los voy a proteger porque me hicieron daño”. Al día siguiente, los migrantes fueron asaltados.

El Tapón del Darién, una de las regiones más inhóspitas y misteriosas del mundo, no solo es un desafío para los viajeros y migrantes que intentan cruzarlo, sino también un lugar

envuelto en relatos paranormales. Su espesa selva, terrenos pantanosos y la casi total ausencia de civilización han alimentado historias de apariciones, voces fantasmales y entidades desconocidas.

Entre los relatos más inquietantes está el de los «guardianes del Darién», figuras espectrales que algunos aseguran haber visto entre la niebla de la selva. Se dice que estas entidades vigilan los caminos, apareciendo como sombras altas y delgadas que se deslizan entre los árboles sin hacer ruido. Muchos viajeros afirman sentir su presencia, acompañada de un extraño frío en medio del sofocante calor tropical.

Otro fenómeno recurrente es el de las voces susurrantes. Algunos migrantes han contado que, al caer la noche, escuchan murmullos a su alrededor, como si fueran advertencias o llamados de auxilio. Sin embargo, al buscar el origen de los sonidos, nunca encuentran a nadie. Quienes han sobrevivido al cruce dicen que estas voces pueden pertenecer a los espíritus de aquellos que perecieron en el intento.

También existen relatos sobre criaturas desconocidas que merodean por la selva. Algunos hablan de seres con ojos brillantes que observan desde la oscuridad, mientras que otros mencionan entidades sin forma definida que parecen deslizarse entre la maleza. Los pueblos indígenas de la zona han transmitido por generaciones la creencia en seres sobrenaturales que protegen el Darién y castigan a quienes intentan desafiarlo.